Duele, no sabes cuánto duele ver cómo te estás jodiendo la vida tú solito, y no poder hacer nada, ni lo más mínimo. También duele cómo pasas de mí cuando te digo: "para", y tú sigues.
Duele, sí, también duele ver cómo yo tengo que callar algunas cosas por no hacerte daño, mientras yo te digo: "no, por favor, no quiero verlo, hazlo cuando no esté delante", y tú te pasas esas palabras por el mismísimo forro, haciéndolo mil y una veces conmigo al lado.
¿De verdad crees que estoy bien, que no me importa, que todo lo que digo, lo hago por quedar bien? Porque estás equivocado, y no te imaginas cuánto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario